Garcia fonts & co.
La tipografÃa como actitud
A comienzos de los años 1990 nació en Barcelona un proyecto tipográfico cuya intención fue democratizar la tipografÃa.
Andreu Balius | Enero de 2012 |
En este número de Monográfica se plantea el activismo como una manera de incidir en la sociedad desde el Diseño. Pero el activismo se puede dar en todos los campos y uno de ellos puede ser el propio Diseño y, con él, la tipografÃa.
Eso fue lo que sucedió a finales de los años 1980 y comienzos de los 1990 cuando se empezaron a cuestionar algunos de los principios del pensamiento moderno que se habÃan convertido en dogmas de fe. Con la aparición de las nuevas tecnologÃas, los diseñadores se vieron obligados a tomar posiciones en un debate que, más allá de discusiones acerca de la legibilidad o la dialéctica entre forma-función, planteaba una cuestión fundamental: hacÃa dónde deberÃa ir el diseño y cuál iba a ser el papel de la tipografÃa en la comunicación gráfica. Dentro de ese contexto apareció en Barcelona Garcia fonts & co.
Una reflexión en torno a la tipografÃa desde una actitud vital
Pronto se cumplirán 20 años desde que empezó a tomar forma este proyecto tipográfico, un proyecto que, desde una actitud vital, fue fruto de una reflexión en torno a la tipografÃa, y concibió el diseño de ésta como una manifestación cultural, reivindicando los valores que le son propios como vehÃculo del lenguaje.
Garcia fonts nació con el objetivo de ofrecer propuestas, plantear interrogantes y, en definitiva, tomar partido en el debate que, en torno a la tipografÃa, se estaba desarrollando más allá de nuestras fronteras. Pretendió dar una respuesta formal y conceptual al panorama planteado por el diseño gráfico a comienzos de la década de los 1990. Quiso ser reflejo del espÃritu renovador que, con la tipografÃa como protagonista, estaba cambiando la profesión gracias a las posibilidades que ofrecÃa la tecnologÃa digital.
Folletos desplegables en los que se presentaban las distintas fuentes del catálogo Garcia fonts & co. |
Garcia fonts & co. fue uno de los primeros sellos independientes de edición de fuentes que surgieron tanto a nivel nacional como internacional. La mayor diferencia respecto al resto fue su espÃritu colaborativo, no-comercial y su aproximación lúdica pero crÃtica a la vez.
Saltándose las normas establecidas por la práctica tradicional, pretendió reivindicar la tipografÃa por la tipografÃa, en una intención de mostrar todo el potencial expresivo de la letra como vehÃculo de las ideas.
Apostar por las nuevas tecnologÃas fue una bandera alzada frente a la actitud reticente y apocalÃptica de profesionales y docentes que veÃan al ordenador como algo negativo y contraproducente. La aparición de programas para la autoedición y la creación de fuentes digitales propició una nueva manera de entender y trabajar con la tipografÃa. Y Garcia fonts, como propuesta, no fue más que un reflejo de todo ello.
Más allá de la calidad de los resultados, Garcia fonts reivindicó las ideas y los procesos que habÃa tras cada diseño de tipografÃa, pues las letras ya no son cosas, como en su dÃa formulara Eric Gill, y tampoco se pueden concebir únicamente como programas, como dijo Erik van Blockland; las letras son ideas acerca de cómo son las cosas o dicho de otra manera, de aquellos conceptos que afloran tras el aspecto de una palabra. La tipografÃa está intrÃnsecamente vinculada al lenguaje y es mucho más que una mera cuestión tecnológica.
Un proyecto experimental y un proceso de investigación
Garcia fonts fue un sello independiente de tipografÃa que se autogestionaba con la distribución e intercambio de sus fuentes; las presentadas en el catálogo, en su gran mayorÃa, disolvÃan la frontera entre arte y diseño, cuestionaban las ideas establecidas en torno a la legibilidad de la letra, exploraban el lado emocional de la tipografÃa, siempre al margen de perseguir objetivos comerciales o estrictamente funcionales.
Fue un proyecto experimental que se auto definió como «un proceso de investigación sobre las posibilidades expresivas de la tipografÃa generada por ordenador» y sus resultados más que «productos comerciales» se concebÃan como material de intercambio y base para posteriores intervenciones. Asà se invitaba a la gente –diseñadores en general–, a modificar los caracteres y hacer evolucionar a las fuentes para conseguir, cual cadáver exquisito, un resultado anónimo. De ahà el nombre de «GarcÃa», seguramente el apellido que más páginas ocupaba en aquellos interminables listines telefónicos españoles.
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El escritor y poeta VÃctor Sunyol, a raÃz de una exposición realizada en 1995, escribió en la revista Transversal: «Garcia fonts & co. es la virtual plaza de un mercado abierto donde se trafica libremente con el producto más intocable y aristocrático del diseño: las tipografÃas». Estas palabras de Sunyol resumen bien, no solo el carácter participativo del proyecto, sino una filosofÃa en linea con lo que hoy se describirÃa como prácticas de “co-diseñoâ€.Â
Pero habÃa más. En el último de sus catálogos, publicado en marzo de 2002, se resumÃan brevemente algunos de los objetivos que Garcia fonts persiguió a lo largo de su trayectoria:
• | Tomar partido a favor de la democratización y la desacralización de la tipografÃa. |
• | Demostrar el carácter popular y cotidiano de la tipografÃa como instrumento cultural. |
• | Revindicar la forma de la letra como elemento portador de significado. |
• | Entender la tipografÃa como algo más que una mera herramienta para la composición de texto. |
• | Plantear el diseño de tipografÃa como una suma de procesos, realizados de manera colaborativa. |
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Una apuesta por los jóvenes y desconocidos
El activismo de Garcia fonts también se reflejó en su catálogo de fuentes, al apostar por el trabajo de diseñadores jóvenes y desconocidos que, en aquellos momentos, empezaban a crear tipografÃa y que la pusieron al alcance de toda la comunidad, a través del intercambio.
Futuda / Nofuture |
El catálogo de tipos incluÃa fuentes como la Matilde Script, que establecÃa una relación directa entre el pixel, como unidad de representación, y el punto de cruz de las abuelas. Ozó type ponÃa en cuestión algunos de los argumentos sobre legibilidad en relación con el medio ambiente. Helvética Fondue era una versión irónica de la omnipresente Helvética, paradigma del estilo internacional. Futuda/Nofuture fue una interpretación de las utopÃas de la Modernidad aplicadas en plena crisis de los 1990.
Dicho catálogo se fue completando a partir de las distintas colaboraciones realizadas por diseñadores de todo el mundo. Éstos contribuÃan cediendo al catálogo la tipografÃa que ellos mismos habÃan diseñado para conseguir, a cambio, otra. Al no existir Internet, la red de colaboradores se estableció mediante correo ordinario con el envÃo de material original y disquetes. Un preludio de lo que serán, con la llegada de Internet, las prácticas colaborativas en diseño y las cuestiones relacionadas con los derechos de autor.
Helvética Fondue |
Garcia fonts apareció en un momento de transformaciones en la manera de diseñar, producir y distribuir la tipografÃa. Como otras pequeñas fundiciones que aparecieron en aquel momento, quiso contribuir a abrir nuevos caminos en el campo del diseño tipográfico.
Para saber más:
Garciafonts & co. (en proceso de rediseño)
TipografÃa y sostenibilidad:
más allá de la anécdota
Letras con buen humor
Cuando la letra puede cambiar el mundo. Futurismo, Dadá y tipos
La letra callejera
Lletraferits:
«Encuentro lúdico tipográfico»
Diseño y activismo.
Un poco de historia
El problema de la libertad.
Sobre diseño y activismo
Diseño gráfico y reivindicación
Manifiesto First Things First 2000
Diseño activista por un mundo sostenible